domingo, 9 de junio de 2013

TEORIA DEL AMBIENTE SEGUN NIGHTINGALE

TEORIA DEL ENTORNO
 
A mediados del siglo XIX Florence Nightingale expresó su firme convicción de que el conocimiento de la enfermería -no sólo su práctica- era intrínsecamente distinto del de la ciencia médica. En este marco, definió la función propia y distintiva de la enfermera (colocar al paciente en las mejores condiciones para que la naturaleza actúe sobre él) y defendió la idea de que esta profesión se basa en el conocimiento de las personas y su entorno (base de partida diferente a la tradicionalmente utilizada por los médicos para su ejercicio profesional).
Bien es cierto que los hechos y las personalidades históricas necesitan de una contextualización para poder ser analizados científicamente en su desarrollo. En los propios tiempos en que Florence Nightingale marchaba a Crimea con sus 38 enfermeras prácticas seleccionadas y se destacaba como la gran administradora de hospitales (1854), en su país natal, William Petty estaba defendiendo el criterio de la necesidad del control de las epidemias.
Pero este pensamiento tenía sus antecedentes en los hechos ocurridos en Europa (Inglaterra, Alemania y Francia) en el año 1848, bien llamado "el año de las Revoluciones Sociales". En la propia Inglaterra, William Farr relacionaba la enfermedad con los "problemas sociales", y proponía la intervención del estado en la solución de los problemas de salud. Fue también Inglaterra el primer país en el mundo donde, en el propio año 1848, surgió la primera Ley de Salud Pública.
Esto explica el énfasis puesto por Nightingale en el entorno de las personas, claramente fundamentado en la gran preocupación que existía a fines del siglo XIX por las cuestiones relacionadas con la higiene personal y ambiental, constituyéndose en un problema sanitario de primer orden. Lo que sí llama poderosamente la atención es que, a pesar de la aparición de la teoría microbiana de Pasteur, que trajo por consecuencias el reforzamiento del paradigma biologicista en la medicina, Florence Nightingale no suscribiera la teoría de los gérmenes como únicas causas de enfermedades.3 Sin embargo, pudiera pensarse que su introducción de las estadísticas sanitarias al campo de los cuidados de la salud estuviera expresando su apoyo a la filosofía postivista de Augusto Comte.
Otro aspecto importante de la teoría nightingaleana acerca de la profesión de enfermería es el hecho de establecer tempranamente las diferencias de esta naciente disciplina de los trabajos de los asistentes domésticos y de las tradicionales "enfermeras" prácticas.
A lo largo de su vida (vivió 90 años), Nightingale dedicó sus mejores esfuerzos, energías e inteligencia a cuestiones y causas sociales, en un intento por transformar las deplorables condiciones de los más desfavorecidos, que ya había sido magistralmente descritas por Engels, en 1844, 6 y que habían sido tomadas en consideración en el debate realizado en el Parlamento Británico, donde finalmente fuera aprobada la Primera Ley de Salud Pública del mundo (1848).
Mientras no cejaba en la lucha, Nightingale continuó esforzándose por introducir cambios sustanciales en la sanidad militar, las funciones de los hospitales militares y la extensión de esos cuidados a la India y entre la clase obrera y la campesina inglesas. Sus conocimientos y experiencias en este campo fueron reiteradamente solicitados por las distintas fuerzas beligerantes en los conflictos bélicos de su tiempo (guerra Franco-Prusiana y guerra de Secesión Norteamericana).13 Sus escritos, recogidos en Notes on Matters Affecting the Health, Efficiency and Hospital Administration of the British Army (1858); Notes on the Sanitary State of the Army in India (1871); y Life or Death in India (1874), reflejan fielmente su permanente preocupación por estas cuestiones, sobre todo en el campo militar.
En el desarrollo de la teoría de enfermería propuesta por Nightingale influyeron diversos factores: personales, familiares y sociales. Florence Nightingale era hija de una familia burguesa de la época victoriana, con un padre que poseía un gran refinamiento intelectual y que al comprobar las características personales de su hija, con claras muestras de interés hacia la filosofía, las matemáticas, la historia y los idiomas, contribuyó a su formación intelectual. Es así como Florence logra adquirir un nivel de conocimientos y una forma de razonamiento conceptual poco común entre las mujeres de su tiempo. Por otra parte, el nivel de relaciones de su familia con la mas alta aristocracia inglesa y los círculos de poder, le permitieron emprender las exitosas batallas políticas en la defensa de sus opiniones. Contó con el apoyo irrestricto de Stanley Herbert, Ministro de la Guerra, y con el de la propia reina Victoria.
Florence Nightingale identificó tempranamente los cambios sociales iniciados en su tiempo y valoró su impacto en el estado de salud de la población inglesa. Los efectos de la Revolución Industrial Inglesa, con la aparición de las nuevas clases sociales, sus nuevas enfermedades y sus nuevos problemas sociales, recreados en los mordaces comentarios y las críticas novelas de Dickens15 -que tocaron muy de cerca la imagen de las "enfermeras" prácticas de la época- contribuyeron a la descripción de los problemas de salud de la sociedad inglesa y la necesidad de una reforma social y sanitaria en el país. No cabe duda de que la alianza estratégica establecida entre Nightingale y Dickens tuvo una influencia determinante en su definición de enfermería y la atención sanitaria, y también en su propia teoría de enfermería. Diálogos semejantes con otros intelectuales y reformadores sociales de su tiempo, tales como John Stuart Mill y otros, contribuyeron al pensamiento filosófico y lógico de Florence Nightingale, que se aprecia de forma notoria en su teoría de enfermería y en su tenaz lucha por los cambios sociales que podrían traducirse en cambios positivos para su profesión.
Hasta hoy día Nightingale ha sido reconocida mundialmente como la "gran administradora de hospitales", mérito destacado por la propia naciente Organización Mundial de la Salud, al finalizar la II Guerra Mundial y constituirse las Naciones Unidas y sus instituciones, en 1945, cuando se estableció al año siguiente la conmemoración del natalicio de la Dama de la Lámpara (12 de mayo) como el Día de los Hospitales. En cuanto a la maternidad indiscutida de la profesión de enfermería, no es necesario decir más que la aureola de bondad, solidaridad y espíritu de sacrificio que impregnan a la imagen de la enfermera la hacen su hija legítima.
Sin embargo, poco se ha divulgado el hecho de que las estadísticas sanitarias, tal y como se conocen hoy día, con su gran utilidad para los análisis de la situación de salud de las poblaciones y para el diseño de las políticas y estrategias de salud, se deben también a esta extraordinaria mujer.
Una simple ojeada a los informes de Nightingale acerca de las condiciones sanitarias de Crimea y Gran Bretaña bastarían para caracterizarla como una destacada investigadora científica. Su destreza en el uso de las estadísticas sanitarias también se demostró en los numerosos informes que elaboró, a lo largo de su vida, sobre temas diversos de la atención sanitaria, la enfermería y las necesarias reformas sociales.
Según Cohen17 Florence inventó el diagrama de áreas polares para representar el dramático incremento de muertes evitables acaecidos en los hospitales militares británicos de Crimea. En su artículo, Cohen, califica la obra de Nightingale como propia de una investigadora experta en estadísticas y advierte que "fue pionera en la revolucionaria idea de que los fenómenos sociales pueden medirse y someterse al análisis matemático".
Por su parte, Palmer18 llama la atención sobre la habilidad investigativa de Nightingale, que se fundamentaba en el registro, comunicación, ordenación, codificación, conceptualización, inferencia, análisis y síntesis de los datos.
La observación de los fenómenos sociales, tanto a nivel individual como de sistemas, constituyó la base de los escritos de Nightingale. Eso la hizo decir, con gran convencimiento, que la observación y la práctica eran actividades concurrentes en enfermería; pero muy especialmente, refiriéndose al valor de la observación, señalaba: "La lección práctica más importante que puede dárseles a las enfermeras es enseñarles qué observar, cómo observar, qué síntomas indican progreso en el curso de la enfermedad, cuáles el reverso, cuáles son importantes, cuáles no lo son, cuál es la evidencia de un cuidado de enfermería negligente y qué tipo de negligencia" y añadía: "Pero si usted no puede obtener el hábito de la observación, por una vía u otra, sería mejor que dejara la enfermería, para la cual no ha sido llamada, por muy bondadosa y sensible que usted sea".
Principales conceptos relacionados con enfermería utilizados por Florence Nightingale
Enfermería: responsabilidad de velar por la salud de otros. Acciones de cuidado de la persona y su entorno, a partir del desarrollo de habilidades tales como las observaciones inteligentes, la perseverancia y el ingenio. Profesión basada fundamentalmente en el cultivo de las mejores cualidades morales.
Enfermera: persona con conocimientos teóricos y habilidades prácticas capacitadas para observar inteligentemente a los pacientes y su entorno, proporcionarles los cuidados necesarios para su salud e influir en la modificación de la misma mediante el fomento de mejoras en sus condiciones de vida. Profesional capacitado para presentar a los médicos "no opiniones, sino hechos".
Moral de la profesión de enfermería: aunque apenas escribió sobre las relaciones interpersonales, excepto en lo concerniente a su influencia en los procesos reparadores del paciente, escribió mucho sobre la "vocación" de la enfermera y la necesidad del compromiso con su propio trabajo. Consideraba que las enfermeras debían comportarse como mediadoras en el plano moral en su relación profesional con los pacientes. Aportó a la milenaria ética médica tradicional hipocrática (no dañar y hacer el bien) 2 principios éticos en los que se demuestran sus propias convicciones morales: el principio de la confidencialidad (guardar el secreto de las confesiones de sus pacientes) y el principio de la veracidad (decir la verdad aunque ello pudiera implicar el asumir públicamente un error cometido por la enfermera). Abogó por tomar en cuenta las opiniones de los pacientes en las decisiones donde ellos estaban involucrados, y reclamaba de las enfermeras el evitar la indecisión o los cambios no fundamentados de opinión, que consideraba mucho mas perjudiciales para el paciente que si éste tuviera que asumir las decisiones por sí solos, sin la ayuda de la enfermera.
Educación en enfermería: enseñanza específica para cuidar a los enfermos y para impartir cuidados sanitarios preventivos, en centros de salud pública. Abogó por la independencia de las escuelas de enfermería con respecto a los hospitales. Estaba convencida de que un buen ejercicio profesional sólo podía provenir de una completa formación (instrucción en los principios científicos y la experiencia práctica para dominar las técnicas).
Paciente: persona enferma, vista como ser pasivo, que recibía los cuidados que se le prodigaban, aunque existen algunas referencias específicas al autocuidado del paciente, siempre que sean posibles; y también a la importancia de explorar sus opiniones acerca de los horarios y sus preferencias por los contenidos de su alimentación.
Salud: estado de bienestar en el que deben ser aprovechadas al máximo las energías de las personas. Estado que podía mantenerse mediante la prevención de la enfermedad a través del control del entorno.
Enfermedad: proceso reparador instituido por la naturaleza para remediar un proceso de intoxicación o decaimiento, o una reacción en contra de las condiciones a las que se veía sometida una persona cuando se producían situaciones de falta de cuidado.
Entorno: no mencionó nunca, explícitamente, este concepto; sin embargo, describió en detalles los conceptos de ventilación, calor, luz, dieta, limpieza y ruido, todos ellos componentes del medio físico. Aunque no se adscribió a la teoría microbiana, estaba convencida de que una manipulación apropiada del ambiente físico del enfermo podía servir para prevenir enfermedades. También se refirió a las condiciones sociales al plantear que los pobres podrían aliviar sus enfermedades con una mejoría en las condiciones ambientales, que influían tanto en sus cuerpos como en sus mentes.
Las potencialidades investigativas de Florence Nightingale
La amplia cultura de Florence Nightingale le permitió el uso de herramientas teóricas de diversas ciencias, tanto en el campo de las ciencias naturales como sociales y del pensamiento, que le posibilitaron abordar el estudio de la parte de la realidad que más le interesaba: el cuidado de las personas enfermas, el ambiente físico y social que les rodeaba y las medidas para disminuir los efectos nocivos de las enfermedades.
Nightingale, desde su cosmovisión idealista (era una convencida cristiana), y su postura filosófica liberal (la propia filosofía de la Inglaterra Victoriana) recurrió al razonamiento inductivo para deducir las leyes de la salud, la enfermedad y la enfermería a partir de sus experiencias y observaciones. Su sólida formación filosófica desde edades tempranas de su juventud contribuyeron, sin lugar a dudas, a esta forma de pensamiento lógico y favoreció el razonamiento deductivo. Un buen ejemplo de ello lo constituyen sus observaciones sobre las condiciones del hospital de Scutari, en Crimea, que la llevaron a concluir que un ambiente físico contaminado, sucio y oscuro favorecía la aparición de enfermedades, y que éstas no sólo podrían evitarse con una mejoría de esas condiciones sino que podrían ser prevenidas con la aplicación de buenos controles del ambiente.
Otro ejemplo de la aplicación del método lógico lo constituyen las observaciones acerca de las condiciones del ambiente social que rodeaba a los pobres en su país y los efectos que provocaba en la salud de esas personas, así como la posibilidad de evitar esas enfermedades (evitando el hambre, la desnutrición, etc) y lograr una mejoría sustancial de las condiciones de vida de esas personas.
Gracias a su propia formación como enfermera práctica en la Escuela de Diaconisas de Keisserwerth, en la década de los años 30 del pasado siglo XIX, a su breve experiencia como enfermera en la Casa de Nobles Inválidas de Londres primero y como supervisora después; pero muy especialmente a partir de sus experiencias en Crimea, pudo completar sus ideas a partir de esas observaciones y construir los principios que instituyó acerca de la formación en enfermería y de atención a los pacientes; y también de la administración de los hospitales y de la enfermería de salud pública.
La constante preocupación de Nightingale de correlacionar variables tales como higiene, pobreza y salud y la demostración práctica de que los fenómenos de la sociedad podían también ser estudiados de forma científica, utilizando incluso métodos matemáticos (así aplicó por primera vez las estadísticas en el campo sanitario) la hacen merecedora del reconocimiento, no sólo de fundadora de la enfermería profesional, de pionera de la gerencia hospitalaria, sino de gran teórica de la ciencia de enfermería, a pesar de que, a través de sus escritos, no se ha podido demostrar la complejidad y verificabilidad propias de las modernas teorías científicas. Los conceptos utilizados por Nightingale han servido a muchas de las investigaciones actuales, cuyos resultados se han ido añadiendo a la ciencia y a las práctica modernas de enfermería.

Florence Nightingale, miembro de la alta burguesía inglesa, perteneciente a la Inglaterra Anglicana con fuerte inspiración puritana del mandato de la Reina Victoria, inmersa en el debate de temas filosóficos y sociales, ampliamente recogidos en su epistolario con John Stuart Mill, Dickens23y el propio Ministro de la Guerra, Stanley Herbert; 24 observadora y registradora inteligente de hechos relacionados con las condiciones del ambiente físico y social y sus efectos en la salud de las personas; tenaz defensora de sus propias ideas y convicciones, trabajadora infatigable por la producción de cambios, tanto ambientales (físicos y sociales) como en la propia mentalidad de las personas (de sus discípulas y subordinadas, de los médicos, de las personalidades políticas) es, sin lugar a dudas, fuente de inspiración no sólo moral sino también teórica del devenir histórico del desarrollo de la ciencia de enfermería en la época contemporánea.
Quizás pudiera pensarse en una aparente incoherencia teórico-práctica en Nightingale cuando se aprecia su reclamo de independencia en enfermería, -postura hasta ese momento desconocida en el ámbito hospitalario- en momentos en que se estaba produciendo el surgimiento del Movimiento Sufragista -liderado por destacadas mujeres de la época- que cobraba cada vez mas fuerza en Inglaterra y EE. UU. y no contó en sus filas a esta importante luchadora por los derechos sociales y profesionales de la mujer. Fue por este motivo frecuentemente criticada.
En una carta a John Stuart Mill, expresaba que sentía que podía trabajar mejor por las mujeres por otras vías, y que no tenía tiempo para participar directamente en el Movimiento, aunque apoyaba abiertamente el principio de asignar poder político a las mujeres. Más de un siglo después, su postura es aun cuestionada, desde diferentes enfoques, por diversos cientistas sociales.
En los escritos de Nightingale se aprecia que su teoría de enfermería gira alrededor de un triángulo permanente: la relación del paciente con su entorno; la relación de la enfermera con el paciente y la relación de la enfermera con el entorno del paciente. De manera que la mayor parte de las instrucciones de Nightingale acerca del ejercicio profesional de la enfermera están relacionadas con estos aspectos.
Aun cuando lo menos trabajado en los escritos de Nightingale hayan sido las relaciones enfermera-paciente hay 4 aspectos importantes que tienen aun hoy una gran vigencia:
La enfermera debe desarrollar la habilidad de observación inteligente para atender a los pacientes y medir su mejoría o falta de respuesta ante las diversas intervenciones de enfermería.
La enfermera debe explorar las preferencias de los pacientes acerca de los horarios de los tratamientos y cuidados, y sobre los contenidos y formas de la alimentación, siempre que sea posible.
La enfermera debe favorecer la participación del paciente en las tareas de autocuidado.
La enfermera tiene la obligación de guardar el secreto de las confidencias que le haga su paciente, siempre que ese secreto no se vuelva en contra del propio paciente o perjudique a terceras personas (esto último puede incluir la afectación a los principios éticos sociales, profesionales o personales de la propia enfermera).
La teoría de Nightingale es mas explicativa que predictiva, aun cuando su interés por el medio físico y social, con sus componentes epidemiológicos asociados, posee cierto grado de predicción, las nociones teóricas de Nightingale relacionadas con estos aspectos no fueron nunca objeto de verificación por su parte.

Del análisis de sus obras y especialmente de su abundante epistolario25 con personalidades de la época, no se puede afirmar que la intencionalidad de Nightingale haya sido aportar una teoría de la enfermería. Sin embargo, aparecen claramente expuestas sus ideas acerca de la definición del arte de enfermería, así como normas generales, con fundamentación explicativa, para lograr una buena atención a los pacientes. Sus escritos orientan a la acción de la enfermera con el paciente; pero también consigo misma y con sus colegas e incluso con los médicos. Por otra parte, a lo largo de su obra, aparecen reiteradas alusiones a la función clave de la investigación cualitativa en enfermería.
Si bien pudiera aducirse que la teoría de enfermería de Nightingale es pobre, vista a la luz del desarrollo científico-técnico actual, no es posible obviar que esta teoría ha servido de punto de partida para desarrollar todas y cada una de las actuales teorías de enfermería; pero sobre todo, merece el profundo reconocimiento de haber sido la pionera del pensamiento científico y ético en enfermería.

FLORENCE NIGHTINGALE PRECURSORA DE ENFERMERIA Y LA INVESTIGACION



Florence Nightingale es recordada sobretodo por su trabajo como enfermera durante la guerra de Crimea y por su contribución a la reforma de las condiciones sanitarias en los hospitales militares de campo. Sin embargo, lo que no se conoce tan bien sobre esta increíble mujer es su amor por las matemáticas, especialmente por la estadística, y cómo este amor jugó un papel importante en las labores que realizó durante su vida.
Nightingale lleva el nombre de la ciudad donde nació, la Villa Colombia en Florencia, Italia, el 12 de mayo de 1820. Sus padres, William Edward Nightingale y su esposa Frances Smith, viajaron por Europa durante los primeros dos años de su matrimonio. La hermana mayor de Nightingale había nacido un año antes en Nápoles. Los Nightingale llamaron a su primogénita el nombre griego de la ciudad, Parthenope.
William Nightingale se apellidaba Shore pero lo cambió a Nightingale después de heredar de un pariente rico, Peter Nightingale de Lea, cerca de Matlock, Derbyshire. La niñas crecieron en el campo y pasaban mucho tiempo en Lea Hurst en Derbyshire. Cuando Nightingale tenía unos cinco años su padre compró una casa llamada Embley cerca de Romsey en Hampshire. Con esto la familia pasaba los veranos en Derbyshire y el resto del año en Embley. Al viajar entre estos lugares visitaban Londres, la Isla de Wight y a parientes.
En 1840 Nightingale suplicó a sus padres que la dejaran estudiar matemáticas en vez de:
... trabajo de estambre y practicar las cuadrillas,
pero su madre no aprobaba esta idea. Aunque William Nightingale amaba las matemáticas y había legado este amor a su hija, la exhortó a que siguiera estudiando temas más apropiados para una mujer. Después de muchas batallas emocionales, los padres de Nightingale finalmente le dieron permiso para que se le enseñara matemáticas. Entre sus tutores estuvo Sylvester, quien desarrolló la teoría de invariantes junto con Cayley. Se dice que Nightingale fue la alumna más destacada de Sylvester. Las lecciones incluían aritmética, geometría y álgebra y, antes de que Nightingale empezara con la enfermería, pasó tiempo enseñando estos temas a niños.

El interés de Nightingale en las matemáticas iba más allá de la materia en sí. Una de las personas que también influyeron en ella fue el científico belga Quetelet. Él había aplicado métodos estadísticos a datos de varios campos, incluyendo las estadísticas morales o ciencias sociales.

La religión jugó un papel importante en la vida de Nightingale. Su visión imparcial de la religión, inusual en su época, se debía a la actitud liberal que encontró en su hogar. Aunque sus padres crecieron en la Iglesia Unitaria, Frances Nightingale prefirió una denominación más convencional y a las niñas las criaron en la fe anglicana. El 7 de febrero de 1837, Nightingale creyó escuchar el llamado de Dios, mientras caminaba por el jardín de Embley, aunque en ese momento no sabía cuál era ese llamado.

Nightingale desarrolló un interés en los temas sociales de su épocas pero en 1845 su familia se oponía firmemente a la sugerencia de Nightingale de adquirir experiencia en un hospital. Hasta ese entonces, el único trabajo de enfermería que había hecho había sido cuidar de parientes y amigos enfermos. A mediados del siglo XIX la enfermería no era considerada una profesión adecuada para una mujer educada. A las enfermeras de la época les faltaba entrenamiento y tenían fama de ser mujeres burdas e ignorantes, dadas a la promiscuidad y a las borracheras.

Mientras Nightingale estaba en un viaje por Europa y Egipto iniciado en 1849, con los amigos de la familia Charles y Selina Bracebridge, tuvo la oportunidad de estudiar los distintos sistemas hospitalarios. A principios de 1850, Nightingale empezó su entrenamiento como enfermera en el Instituto de San Vicente de Paul en Alejandría, Egipto, que era un hospital de la Iglesia Católica. Nightingale visitó el hospital del Pastor Theodor Fliedner en Kaiserwerth, cerca de Dusseldorf en julio de 1850. Nightingale regresó a esa ciudad en 1851 para entrenar como enfermera durante tres meses en el Instituto para Diaconisas Protestantes y después de Alemania se mudó a un hospital en St. Germain, cerca de París, dirigido por las Hermanas de la Caridad. A su regreso a Londres en 1853, Nightingale tomó el puesto sin paga de Superintendente en el Establecimiento para damas durante enfermedades el número 1 de la calle Harley.
 
Marzo de 1854 trajo consigo el inicio de la Guerra de Crimea en la que la Gran Bretaña, Francia y Turquía le declararon la guerra a Rusia. Aunque los rusos fueron derrotados en la batalla del río Alma el 20 de septiembre de 1854, el periódico The Times criticó las instalaciones médicas británicas. En respuesta a ello, Sidney Herbert, Secretario de Guerra británico, le pidió a Nightingale en una carta a su amiga que se convirtiera en enfermera-administradora para supervisar la introducción de enfermeras en los hospitales militares. Su título oficial era Superintendente del Sistema de Enfermeras de los Hospitales Generales Ingleses en Turquía. Nightingale llegó a Escutari, un suburbio asiático de Constantinopla (hoy Estambul) con 38 enfermeras el 4 de noviembre de 1854.
... su entusiasmo, su devoción y su perseverancia no cederían ante ningún rechazo o dificultad. Firme e infatigablemente se ocupaba de su trabajo con tal criterio, autosacrificio, valor, ternura y todo ello con una actitud tranquila y sin ostentación que se ganaba los corazones de todos aquellos a quienes sus prejuicios de oficiales no les impedían apreciar la nobleza de su trabajo y de su carácter.
Aunque ser mujer implicaba que Nightingale tenía que luchar contra las autoridades militares a cada paso, fue reformando el sistema hospitalario. Bajo condiciones que resultaban en soldados tirados sobre el suelo rodeados de alimañas y en operaciones nada higiénicas, no debe sorprendernos que cuando Nightingale llegó a Escutari las enfermedades como el cólera y el tifus cundieran en los hospitales. Esto implicaba que los soldados heridos tuvieran una probabilidad siete veces mayor de morir en el hospital de una enfermedad que de morir en el campo de batalla. Mientras estuvo en Turquía, Nightingale recolectó datos y organizó un sistema para llevar un registro; esta información fue usada después como herramienta para mejor los hospitales militares y de la ciudad. Los conocimientos matemáticos de Nightingale se volvieron evidentes cuando usó los datos que había recolectado para calcular la tasa de mortalidad en el hospital. Estos cálculos demostraron que una mejora en los métodos sanitarios empleados, produciría una disminución en el número de muertes. Para febrero de 1855 la tasa de mortalidad había caído de 60% al 42.7%. Mediante el establecimiento de una fuente de agua potable así como usando su propio dinero para comprar fruta, vegetales y equipamiento hospitalario, para la primavera siguiente la tasa había decrecido otro 2.2%.
Nighingale usó esta información estadística para crear su Diagrama de Área Polar, o 'coxcombs' como los llamó ella. Éstos fueron usados para dar un representación gráfica de las cifras de mortalidad durante la Guerra de Crimea (1854-1856).
El área de cada cuña coloreada, medida desde el centro es proporcional a la estadística que representa. La parte exterior azul representa muertes debidas a
... enfermedades infecciosas prevenibles o mitigables
o, en otras palabras, enfermedades contagiosas como el cólera y el tifus. Los pedazos centrales rojos muestran las muertes por todas las demás causas. Las muertes en los hospitales de campo británicos alcanzaron su máximo en enero de 1855 cuando 2 761 soldados murieron por enfermedades contagiosas, 83 por heridas y 324 por otras causas, con un total de 3 168 muertes. El promedio de hombres en la armada ese mes fue de 32 393. Usando esta información, Nightingale calculó una tasa de mortalidad de 1 174 por cada 10 000, de los cuales 1 023 de cada 10 000 se debían a enfermedades infeccionsas. De haber continuado así y sin la sustitución frecuente de tropas, entonces las enfermedades por sí mismas habrían acabado totalmente con el ejército británico en Crimea.
Sin embargo, estas condiciones insalubres no se limitaban a los hospitales militares de campo.
 Al volver a Londres en agosto de 1856, cuatro meses después de la firma del tratado de paz, Nightingale descubrió que en época de paz, los soldados de entre 20 y 35 años de edad tenían una tasa de mortalidad del doble de la de los civiles. Usando sus estadísticas, ilustró la necesidad de una reforma sanitaria en todos los hospitales militares. Al impulsar su causa, Nightingale consiguió llamar la atención de la Reina Victoria y el Príncipe Alberto así como la del Primer Ministro, Lord Palmeston. Sus deseos de llevar a cabo investigación formal le fueron concedidos en mayo de 1857 y llevaron al establecimiento de la Comisión Real para la Salud del Ejército. Nightingale se escondió de la atención pública y empezó a preocuparse por las tropas apostadas en la India. En 1858 se convirtió en la primera mujer electa socia de la Royal Statistical Society por sus contribuciones a las estadísticas del ejército y hospitalarias.

En 1860 abrió la Escuela de Entrenamiento y Hogar Nightingale para Enfermeras en el hospital de St. Thomas en Londres, con 10 estudiantes. Era financiada por medio del Fondo Nightingale, un fondo de contribuciones públicas establecido en la época en que Nightingale estuvo en Crimea y que contaba con £50 000. La escuela se basaba en dos principios. El primero, que las enfermeras debían adquirir experiencia práctica en hospitales organizados especialmente con ese propósito. El otro era que las enfermeras debían vivir en un hogar adecuado para formar una vida moral y disciplinada. Con la fundación de esta escuela Nightingal había logrado transformar la mala fama de la enfermería en el pasado en una carrera responsable y respetable para las mujeres. Nightingale respondió a la petición de la oficina de guerra británica de consejo sobre los cuidados médicos para el ejército en Canadá y también fue consultora del gobierno de los Estados Unidos sobre salud del ejército durante la Guerra Civil estadounidense.

Casi durante el resto de su vida Nightingale estuvo postrada en cama debido a una enfermedad contraída en Crimea, lo que le impidió continuar con su trabajo como enfermera. No obstante, la enfermedad no la detuvo de hacer campaña para mejorar los estándares de salud; publicó 200 libros, reportes y panfletos. Una de esas publicaciones fue un libro titulado Notas sobre enfermería (1860). Este fue el primer libro para uso específico en la enseñanza de la enfermería y fue traducido a muchos idiomas. Las otras obras publicadas de Nightingale incluyen Notas sobre los hospitales (1859) y Notas sobre la enfermería para las clases trabajadoras (1861). Florence Nightingale creía firmemente que su trabajo había sido su llamado de Dios. En 1874 se convirtió en miembro honorífico de la American Statistical Association y en 1883 la Reina Victoria le otorgó la Cruz Roja Real por su labor. También fue la primera mujer en recibir la Orden al Mérito de mano de Eduardo VII en 1907.

Nightingale murió el 13 de agosto de 1910 a los 90 años. Está enterrada en la Iglesia de St. Margaret, en East Wellow, cerca de Embley Park. Nightingale nunca se casó, aunque no por falta de oportunidades. Ella creía que Dios había decidido que debía ser alguien a quien él:
... había seleccionado claramente ... para que fuera soltera.
El Monumento de Crimea, fue erigido en 1915 en Waterloo Place, Londres, para honrar la contribución que hizo Florence Nightingale a esa guerra y a la salud del ejército.

sábado, 8 de junio de 2013

LA INVESTIGACION EN ENFERMERIA


La investigación en enfermería es esencial para desarrollar, evaluar y expandir el conocimiento de enfermería. La investigación constituye una parte vital de la práctica clínica y por ende beneficia directamente a los usuarios. A través de la investigación, enfermería puede documentar el costo efectividad de los cuidados basados en evidencia (Registered Nurses Association of British Columbia, 2003).
La práctica de la atención de salud basada en evidencia es un imperativo para asegurar una atención de calidad costo efectiva y es a la vez un distintivo de la enfermería profesional (Consejo Internacional de Enfermeras, CIE, 1999), y en especial en aquellas regiones en que los recursos son escasos (Lamelas, 2002; Llinares, 2002). Las enfermeras deben ser capaces de identificar y utilizar la mejor evidencia en su ejercicio profesional. Cuando falte evidencia o ésta sea débil, las enfermeras deben ser capaces de generar el conocimiento necesario para suplir esta falencia (Registered Nurses Association of British Columbia, 2003).